Después de dos horas de coche, Sarah llegaba con su familia a la vieja y destartalada granja de la tía Jenny. Como siempre, tía Jenny va corriendo hacia ellos seguida por sus incondicionales compañeros: los perros. Entre abrazos, besos y risas, entraran en la casa, pero antes de pasar, Sarah va a mirar los establos.
Gira a la derecha, se dirige hacia el box de su caballo... Pero no está allí. Corre hasta la casa, alarmada, y enseguida le pregunta a la tía Jenny...
-Sarah, esto no es fácil -dice la tía Jenny, mirando hacia la ventana, con el semblante pálido y los ojos perdidos entre la hierba del prado-. Verás... Ayer Sparks se escapó, y cuando lo encontramos... Había fallecido. Lo siento muchísimo, Sarah.
Sarah no pudo aguantar más el nudo que la presiona, en la garganta, y rompe a llorar.
Eva está chulísimo. Veo que a ti también te gustan los caballos :) Pero sigue escribiendo
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